Ricardo Garanda (03-10-2015)
Me quedará
la pesadilla
de los sueños
inconclusos,
y las promesas
que me pidas
y las que yo me
exija
en un compromiso
tan infinito
como confuso.
Me quedaran mis
lágrimas,
resumen y escape
de esa pena
enorme
que me encoge,
y el recuerdo
del milagro
de haberte
vivido.
Me quedará el
tacto
de tus besos,
y los torpes
poemas
que van
encontrándose
lágrimas
en cada recoveco
de sus versos.
Muy emotivo, como siempre.
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