lunes, 1 de mayo de 2017

Un cambio de tema



Es la historia
pasada por agua
de algo que no tiene final,
la silueta confusa
de un absurdo.
Una historia,
hoy poema,
que se conjuga con el verbo amar.

Silencio es lo único que queda.


Gafas de sol imprescindibles
para no descubrir el secreto.
Callejón sin salida
inconfesable;
mueca irónica ante el recuerdo.

Una nostalgia inoportuna
que me aborda en estas horas
inconclusas
y no me bastan
estos versos que escribo
ni esa música
que vibra en mi membrana
en cada momento

No me bastan.
Todo es una palabra
sin fin:
lamentos..
Y los lamentos no me sirven
cuando estoy lejos de ti.

Pero cambiemos de tema.
Estoy mirando encima del armario,
hay un zapato de madera,
y, destruido, un coche de plástico,
una bola del mundo semi-rota
y a su lado un caballo
atado a algo parecido a un cesto.
Este armario soporta demasiado peso….

Así acabo una página absurda de un día absurdo.
La muñeca de la niña se ha roto,
en la calle suena un claxon,
mi madre viene de la compra,
mi padre del curro,
mi abuela toma su medicina.
Tenías razón, amigo, sólo el absurdo podrá salvarnos.
Ya ves, con nuestro absurdo

Cambiamos de tema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario