(Toledo 281015)
Una
prueba más:
la
estadística es un fraude,
no
sirve hilar fino
los
cálculos están errados,
jamás
nada/nadie
dirigió
el destino.
No
hay destino,
solo
un devenir
que
nos arrastra
por
un desconocido camino
siempre
sin decidir.
Solo
el azar marca el ritmo
de
la maldita biología,
llenemos
nuestros vasos
en
una despedida razonable
porque
no hay otra cosa
en
la vasija vacía,
solo
el caos dirige nuestros pasos,
los
primeros, los últimos.
No
hay mitos ni culpables.
llamada a la reflexión
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