viernes, 5 de mayo de 2017

Mil quinientas sesenta y cuatro despedidas


                                                    Sonseca, 24-4-77

Nos despedimos.
No sé muy bien de qué.
Dímelo tú León,
o tú Dylan.

El libro se me cae de las manos
y el disco se rompe,
el tren se marcha
y el sol oscurece;
la tinta se acaba
y las ideas también,
pero nada se inmuta.

Llegará una carta teñida de gris:
Lo siento, sufro.
Un error.
Se acabó.
Adiós.


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