Ricardo Garanda Rojas
(Junio 2015)
No siento más
allá
Me bastan sus caras,
con lo que de
ellos percibo
en ésta playa
sin dueño,
en este risco,
en este
conflicto
en este luto
que en la
memoria archivo.
Ya no es tiempo
de jugar
a la esperanza
desconocida
y ha de bastar
con la utopía asumida,
el lugar en el
camino
que señala una
vida
en el deseo
siempre intenso
de llegar a ese
destino.
No es ya mi
tiempo
para seguir
quimeras
de otros sueños
de otras gentes
con futuro más
lento.
Yo ya me estoy
quedando
en la silla del
desaliento,
con mis amigos,
los vivos y los
muertos
que por igual me
marcan
los malos y los
buenos momentos.
Somos un ángulo
mínimamente
correcto
de la eterna
lucha
por un mundo
mejor hecho….
bello poema de lucha
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