Fotografia de J.L. Romero |
Ricardo Garanda Rojas
(090216)
Toledo asume tu
ausencia
en calles ya
expertas
que extrañan mi
soledad
entre silencios y sombras
arrastrando mis ojos
por esas piedras
que muchos,
antes que yo en
los siglos,
mojaron con sus
lágrimas.
Esas piedras que
se encojen
cuando ando la
noche
sin que te vean a
mi lado,
con mis sentidos
ausentes
ando por esas
calles con medio cuerpo
hablando con otro
medio
que nadie ve, ni
escucha, ni siente.
Que raro es todo
un domingo por la
noche
vacío, eco triste
de historia que nos
cede unos minutos
para soñarnos,
para soñarte a mi
lado
y hablarte, y
escucharte
sin testigos, solo
Sabina,
hacia Cambrón nos
abrazamos
desde mi cuerpo
demente
y Toledo sin
testigos
nos cede en su
historia
unos minutos de su
silencio
respetando tu
adiós reciente.
La Ciudad nos
recuerda
y ahora asume tu
ausencia
y yo recorro sus
calles vacías
buscando tu
sonrisa
en los oscuros
rincones
dónde ya no estas
y estuviste algún
día
y en los momentos
de su memoria
dónde sí, mientras
viva.
Hablo con Sabina y
me mira
todo es muy raro
porque en Toledo
tuvimos vida,
tu y yo, y tuvimos
historia.
Jugaré las cartas
de mi baraja
y respiraré el
aire frio
y rígido de este
Toledo
que ahora,
compasivo, me abraza.
Se me hiela el alma
ResponderEliminarSe me hiela el alma
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