Me
va lento este alma
y
este cuerpo,
uno
medio anclado
en
el último día de enero
y
el otro pesado,
cansado
viejo,
ignorante
sus pasos
a
dónde ir.
sangran
las amapolas
de
mis redes
mientras
decaen mustias
en
este campo
aplastado
hoy por un cielo amargo,
gris.
No
luce mi primavera
oculta
por mis nubes
(Cincuenta
y ocho días
y
a éste no llegaste)
La
perdimos irrecuperable
en
los tiempos sin ti.
Hoy
cinco de mayo,
mi
mundo llora y yo en él,
sin
saber hacia dónde ir.
No
habrá ya más
este
tampoco lo fue.
Páginas
en blanco,
con
un mundo del revés
en
éstos tiempos sin ti.
Ricardo G-aranda Rojas
Toledo, 050516
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