Ricardo G-aranda Toledo, 230516
Las
calles de la ciudad
son
largas
y
estrechas
y
el hombre triste
las
sueña
aún
más estrechas
El
tiempo de los roces
y
la humedad
sin
sol musguea
los
zócalos a sus pasos
en
la oscuridad
Una
cerveza
le
ayuda a reposar
silencios,
otro
momento habrá
sin
brumas,
más
ruidoso,
ahora
sus
pequeñas memorias
necesitan
ese
callado ruido de la espuma
desapareciendo.
Tuvo
tiempos mejores,
tiempos
de humana grandeza
y
la gran ciudad también.
Ahora
es apenas
un
hombre triste
que
bebe cerveza
y
pasea por calles
húmedas
por sombrías.
Ninguno
asume ya
imposibles
certezas.
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